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Luis Esteso y López de Haro. Escritor y actor



Esteso y López de Haro, Luis
San Clemente (Cuenca), 1881 - Madrid, 15-III-1928. Escritor y actor.
Hijo de Antonio Esteso Madrigal y de Joaquina López de Haro Navalón, pasó la infancia en su pueblo natal, donde trabajó durante su juventud ayudando a su padre en su negocio de guarnicionería, hasta que marchó a Campo de Criptana para servir como dependiente en el comercio de mercería, de un primo suyo. Luego trabajó como depen­diente u "hortera", en la lengua de la época, en Valdepeñas (Ciudad Real). Entonces empezó a formarse como un voraz lector autodidacta y a hacer versos que acompañaba a la guitarra. El dueño lo echó de la tienda y volvió a San Clemente, donde su padre viudo se había casado por segunda vez; hizo el servicio militar en Barcelona y allí estrenó con éxito su primera pieza teatral. Finalmente, marchó a Madrid, atraído por la vida y el bullicio de la Corte, donde hizo monólogos cómicos en la barraca cómico-lírica de Chamberí, calle Luchana llamada Molino Rojo, con algún éxito. Allí debutó en septiembre de 1901 con el mo­nólogo Un hortera cómico”. Y publicó sus versos en el volumen titulado El palacio de las Musas (1901, 2a edición en 1911). De for­mación autodidacta y especialmente dotado para el género humorís­tico por la rapidez de su ingenio y su voz cómica, Luis Esteso estaba dispuesto a triunfar en el mundo del espectáculo, mientras que la ca­pital que le acoge quiere olvidar la crisis del finisecularismo, vivir más allá del Desastre del 98 y ofrece una vida alegre a la que muy pronto el autor se suma. Habitual redactor de las revistas pícaras Alirón, La Hoja de Parra y La Gracia, asociadas al fenómeno de la psicalipsis”, nombre acuñado por Félix Limendoux a raíz de las obras Los caracoles y El Gorro Frigio, Luis Esteso se convierte muy pronto en el caricato de moda que triunfa primero en los teatrillos de Lavapiés y as­ciende luego al mundo del cuplé que arrasa en los gustos de los es­pectadores de la época, ansiosos de ver en los locales de El Trianón Palace, el salón Actualidades, el teatro Romea y el Kursaal Central a es­trellas tales que La Goya, La Fornarina o La Chelito, riéndose también con los chistes y los monólogos de Esteso.

El autor se presentaba en público como El Rey del Hambre y de la Risa y logró elaborar más de treinta mil chistes, recogidos en ocho libros que compaginó con otros subgéneros. Recorrió medio país como cómico ambulante recitando monólogos en los espectáculos en que se proyectaban películas en los pueblos que carecían de cine. En­fermó gravemente en Valencia y, recuperado, volvió a Madrid para consagrarse al teatro como actor, viviendo mucho tiempo la miseria y la bohemia de esos tiempos; hasta que lo contrataron en el Teatro Barbieri y estrenó con éxito su entremés La influencia del tango (1907), que le abrió crédito para estrenar luego el sainete La pobre Dolores (1907) y otras piezas cómicas bien acogidas, interpretando en ellas alguno de los principales papeles.

Luego dirigió una compañía de zarzuela que actuó con poca fortuna, así que decidió consagrarse solo a los monólogos cómicos. El público de Cartagena lo bautizó como El rey del hambre y de la risa y en su periódico El Porvenir publicaron otra reseña biográfica. Tuvo un gran éxito con su zarzuela La loca (1908) y alguna otra más, pero el pateo de La demanda del terror le hizo decidirse a escribir ya so­lamente los monólogos que él mismo representara, y le fue muy bien en Barcelona, Bilbao, Gijón, Santander, Vigo, Orense, Valencia, Ali­cante, Murcia, Cartagena, Madrid y Zaragoza, y otras poblaciones menos importantes. Julio Cejador y Frauca escribió sobre él en su His­toria de la lengua literatura castellana (1912), volumen XII:

"... Actor y autor cómico que compone y representa en varietés, es en sus piezas, todas gordas, bastante burdo y verde, como para su público; pero no carece de gracejo, de sal y pimienta y aun pimentón. El buen humor y chocarrería, el chiste, comúnmente de concepto o contraste más bien que de palabras, aunque de palabras otras veces y puro retruécano, hicieron asiento en su ingenio burlesco, reidor y bohemio, como su vida, que se la ha pasado recorriendo el mundo y haciendo reír al mundo todo. Cualidad ésta del buen humor, de la chunga y del chiste, tan de España que hasta no parece vinculada a la raza, puesto que, por lo común, no se trasparenta en los escritores americanos, demasiadamente seriotes y empaquetados. Esteso es un escritor sin hueras ufanías, que ha logrado su propósito de escritor: hacer reír. Podrán decir que llega en el chiste hasta la necedad; pero los mismos que lo digan no leerán dos párrafos suyos sin reír franca y desahogadamente. Agradezcamos al autor libros que nos desaho­gan, nos ponen la risa en los labios y nos hacen pensar que no todo es tristeza y melancolía en el mundo. Esteso es cómico de pies a ca­beza, hombre y escritor amasado con elementos cómicos; y lo cómico es un ingrediente del arte literario. A nadie hace daño, a todos hace bien y los hace más hombres, puesto que sólo de los hombres es el reír.  ..."

             Así, redacta sainetes: Pancho y mendrugo (1915); entre­meses: La influencia del tango (1907), El señor ladrón (1908), Examen de chistes (1915), Al volver de las capeas (1915), La muerte de Fernández (1915) o Receta para casarse (1917).

También escribió varios compendios de sus monólogos: El crimen de Cuenca (1900), 50 monólogos verdes (1912) y su Teatro fácil (1923), que le habían hecho ya triunfar entre el gran pú­blico en la primera década del siglo XX. Aparte, le rodeaba una corte de escritores nocherniegos que lo adulan estimulándole en sus ocu­rrencias cómicas.

De gran popularidad en su época, trató con su pluma muchos géneros jocosos, en especial el monólogo, el chiste y el diálogo cómico (sobre todo con su esposa Polonia Herrero) que recopiló y editó en co­lecciones. Solo de chistes llegó a reunir unos seis mil, que fue publi­cando en varias antologías. Practicó asimismo la improvisación en diálogos con el público mientras las vedettes se cambiaban de ropa, improvisaciones que él llamaba "pasarelas" y desafiaban al público más asilvestrado que solo quería ver a mujeres semidesnudas; los demás cómicos imitaron este género de él.

También practicó la poesía, la novela y el teatro y escribió la letra de muchos cuplés. Como comediógrafo se entregó sobre todo a las piezas en un acto (juguete cómico, entremeses, sainetes), pero tam­bién más ocasionalmente al género chico o zarzuela y a la comedia.

Notable erudito y bibliófilo, investigó y editó también a su costa a algunos clásicos españoles y recorrió toda España con sus es­pectáculos cómicos, experiencia que reflejó en su autobiográfico El nieto de don Quijote: Andanzas y correrías por algunos pueblos de España (1918). Ingenioso y de gran agilidad mental para los juegos de palabras, conocía bien los gustos de su público; su humor es intemporal, aunque posee toques de costumbrismo. Se hi­cieron famosas sus coplas sobre el Crimen de Cuenca.

Alfredo Cabanillas lo llamó "actor de ingenio insuperable" en sus Memorias, y el experto en literatura de variedades Alvaro Retana lo alabó escribiendo que "su nombre procedería grabarlo con letras de oro en la historia del arte frívolo: escritor cultísimo, exhumador y editor de curiosas producciones clásicas, monologuista de ingenio y desenfado quevedescos..." Fue muy amigo de César González-Ruano, quien lo cita elogiosamente en sus Memorias.

Joaquín Belda, Prudencio Iglesias, Rafael López de Haro, Álvaro Retana y hasta Pedro de Répide -cronista oficial de Madrid- han leído sus novelas Viaje cómico por España (1920), La vana­gloria (1921), La lujuria (1921) o El asesinato de la cupletista Ombliguete (1923), y sólo ven en él al hombre pálido y menudo aquejado de dispepsia que frecuenta la noche de Madrid junto a su es­posa Polonia Herrero Abad, conocida como La Cibeles por su corpu­lencia física, componiendo ambos una imagen de hilarante plasticidad.


Pero Luis Esteso nunca quedará totalmente conforme con los motivos de su triunfo. No quiere ser recordado en exclusiva como el autor de Novelas picarescas y Alaridos eróticos (1918), pues también ha escrito una zarzuela con música de Carbonell y Fonrat, La loca (1908), y ha dado a la imprenta dos novelas de marcado cariz autobiográfico donde entre bromas y veras refleja la miseria de la vida bohemia: La vida cachonda, memorias de una cupletista (1914) y La que todo lo dio (1921) en la que el personaje de Galo Atienza es un trasunto de sí mismo. Por eso en las tertulias del café Colonial de las que es asiduo se hace tan amigo de Rafael Cansinos Assens, el llamado Príncipe del Ultra. Esteso no comprende a los jóve­nes vanguardistas pero siente que Cansinos valora su conocimiento de Cervantes, Quevedo y Torres Villarroel y se emociona cuando aquel pontífice del Ismo le denomina El caricato triste”. Paradojas de la vida de un cómico que tuvo su mayor satisfacción en su hija Luisita Esteso, una bella canzonetista considerada la heredera de Raquel Meller y que desarrollaría una brillante carrera en el teatro culminada en 1953 con la obra Abracadabra de Carlos Llopis y música de García Morcillo.



Datos extraídos de:
https://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Esteso
http://dbe.rah.es/biografias/65172/luis-esteso-y-lopez-de-haro





DIANA
Revista Universal Ilustrada
Cádiz, 15 de noviembre de 1910


Ved a un hombre original y simpático que camina dichoso por el mundo y hasta acaso en horas tristes -que no siempre son alegres las horas de la vida- haciendo reir a todos con su charla picaresca y amena que, dijérase, no se acaba nunca.

Conocía ha tiempo a Luis Esteso; no personalmente, sí por sus escritos; al principio tan galanos y sentimentales que creí podría el autor de ellos llegara ser un verdadero poeta lírico, no a la manera de los modernos, que son en su mayoría bien poca cosa, sino al modo de los otros, de los Núñez de Arce, Manuel Reina, Gabriel y Galan.

No ha sido así. No ha llegado a ser Esteso un gran lírico; nada de eso. ¿Debo felicitarle? Sí. Porque su arte actual no es como pudiera haber sido de seguir la senda comenzada; pero ¡ah! su arte de hoy es mejor sin ser tan delicado en el sentido lírico de la expresión. Su arte de hoy es más práctico y más regocijado, luego, para muchos, más encantador.

Figuraos un hombre que quieras que no os hace reir, reir siempre.... ¿No es éste más digno de loa, si cabe, que otros que únicamente os hagan saborear la delicadeza de un poema que solo deja trás sí una estela de sentimentalismo? Sí, porque la vida de suyo triste, hay que soportarla lo mejor que se pueda y nada más agradable que alegrarla mucho para que así pase mejor. Por eso, este hombre sencillo y hablador es admirable: ¡Nos hace olvidar las tristezas del vivir, diciéndonos sus versos picarescos y divertidos.

Répide, el sugestivo cronista, se ha ocupado en otra ocasión de este locuaz emperador de la charla alegre y ha dicho con su modo castizo tan peculiar y después de bautizarle con el remoquete de “Rey del hambre y de la risa”: -“Entré en la barraca, y vi, por fin, al personaje. El mezquino escenario era todo su trono, y el rey del hombre y de la risa aparecía flaco y agil. Y como esos artistas de feria, a quienes habéis visto sacarse de la boca espadas y puñales, ó metros y metros de una soga maravillosa, así este, luego que aparece en escena, comienza a  sacarse de la boca versos y más versos, improvisándolos á veces y variando su original repertorio, jugando con la rima como con las bolas de los cien reflejos en juego malabar y domando con el arte cómico de su gesto y el arte singular de su decir. Yo sé quién es este poeta funabulesco que en tablas de un cine hace del verso pista y del consonante trampolín. Yo he conocido a este poeta en el gran circo de la historia. Flaco y ágil, bohemio y parlanchín. Sí, es él o por mejor decir, son ellos. Él es aquel Pedro Gringoiré de la novela admirable, y Francisco Villon de la historia tan admirablemente novelesca. Felipe de Commines, grave y sesudo, le hubiese mirado muy severo desde su caballo al pasar junto a él en el Paris Notre Dame, y Luis XI diera una selva de ahorcados por reir un rato ante sus muecas y ante sus rimas dislocadas. Este rey del hambre y de la risa desciende, indudablemente de maese Gringoire, el de la novela y de maese Villón, el de la historia.”

Cuando andando el tiempo se extinga la figura interesante de este parlanchín que algunos motejaran de grotesco, pero que a mí me parece muy natural y muy de estos días frivolos de machichas y garrotines; cuando, repito, andando el tiempo, se borre lo que hoy es la figura vestida bohemiamente, es posible que aun quede el recuerdo de su vida errante y charladora y entonces se leerán más sus monólogos y se reirán más sus chistes. Porque es sabido que no apreciamos lo que tenemos a nuestro alcance, pero cuando pasa, entonces lo buscamos y nos es más grato que nunca.

Luis Esteso, como digo, es un temperamento original y exclusivo, que no ha tenido precedentes. Nació poeta, fué un hortera humilde mas tarde y al fin -porque tenía que suceder- se ha convertido en un artista nuevo y atractivo que camina por las ciudades feliz en su carrera de charlatán impenitente que sin reir hace reir á todos.

Lector amigo: Si el poeta nos deleita con sus canciones y el músico con sus armonías y a ambos concedemos el lauro de la gloria, ¿por qué a un hombre que hace de su vida un poema de risa y de chistes, no hemos de concederle nuestros más entusiastas aplausos?

Ovacionémosle, pues, mientras en nuestro Teatro Principal resuene su voz irónica y alegre. Ese es el mejor triunfo; el que alcanza en todas partes Luis Esteso, el Rey de los habladores.

ZAHORI



SERVIDOR

Yo nací, por compromiso,
según dijo mi niñera,
y porque le era preciso
á mi madre que naciera.
Me eché á llorar del coraje,
en mi primer arrebato,
al verme con aquel traje,
tan bonito y tan barato.
Y todos con la intención,
de que reventara el chico,
me dieron el viveron,
que me pareció muy rico.
Mamé unas cuantas semanas,
medio en serio, medio en broma,
y cuando no tuve ganas
de chupar más de la goma;
con el asombro absoluto..
de vecinos y parientes.
eché, en cuestión de un minuto,
los colmillos y los dientes.
Previsión debí tener
cuando me brotaron tantos;
yo no tendré que comer,
pero hago harina los cantos.
Con tan buena indumentaria 
Al principio de mi vida.
¡ay! me entró una extraordinaria
afición por la comida.
Y desde entonces, tragón
seré cual no haya ninguno,
siempre cómo de ocasión,
y cuando no como.... ayuno.
 Ando siempre en malos tratos
con la comida traidora,
pues me dá muy malos ratos
la carpanta aterradora.
Cuando asisto á una reunión
donde soy desconocido,
siempre llevo la intención
de pedir para un cocido.
Pero si hay caras bonitas,
y formas y un corazón!..
y cinturas menuditas,
vaya, cambio de opinión.
Y pienso en lo que alegra,
en comer, vivir, amar,
y hasta en matar á mi suegra
como me llegue á casar.
Ese soy yo; un infeliz,
que adora á la poesía,
y sale al mejor desliz,
con una majadería.
Un desgraciado poeta,
un hombre de poco peso;
entre autores un maleta,

vamos, nadie.





El Día de Cuenca
16 de marzo de 1928


Ha muerto un humorista

Quien vivió riendo y haciendo reir a los demás, ha hecho su última y definitiva mueca. Luis Esteso, el ingenio picaresco que lo arrastró todo por los tablados de los escenarios y por las páginas de esa serie de cuentos y novelas que tuvieron su lugar propio en las pequeñas bibliotecas de las estaciones, no se detuvo con tal del hacer una gracia, ni aun ante su propia dignidad como padre y como esposo, menos lo iba a hacer ante las secundarias consideraciones de amar al pueblo y a la provincia donde vió su luz primera.

Cuenca, entre sus desgracias, ha tenido la de que Luis Esteso fuese de ella. Por eso precisamente la ridiculizó, por la misma razón que hizo constante mofa de su mujer y de su hija, todo por hacer reir a cuatro mentecatos que gustan de estos espectáculos sin comprender acaso la tragedia que se esconde bajo la máscara pintarrajeada del payaso.

Esteso era de San Clemente y entre sus cuentos más populares está «El crimen de Cuenca» ¡pobre Cuenca, a quien muchos no conocen más que por la parte ridícula de este humorista!

Si Esteso, en vez de ser de Cuenca, nace en Guadalajara o en Huesca, igual hubiese puesto en solfa a esas provincias, pues no le guiaba otro objeto que hacer reir, reir siempre al público inculto que le aplaudía sin pensar nunca en el daño que habían de causar sus palabras.

Esteso, quien falleció ayer tarde víctima de un cáncer del estómago, tenía un indiscutible ingenio mal empleado, como lo está el de los que dedican su actividad a falsificar documentos o violentar cerraduras, los cuales, aunque tengan un colosal talento, no dejan de su paso por el mundo otra cosa que el triste recuerdo de sus hazañas.

Muchas veces he oído hablar mal de Esteso, indignarse contra él a conquenses amantes de la patria chica, y aun alguna vez yo mismo me he contagiado del deseo de castigar las ofensas hechas a Cuenca, pero la reflexión se impuso siempre al comprender que harta desgracia es la del que para poder vivir tiene que mofarse de aquello que todos los hombres más aprecian y estiman.

Luis Esteso, para mí, ante todo, fué un desgraciado, que si hizo mucho daño, no fué por maldad, sino por la necedad de los que no comprendieron que sus frases no tuvieron otro alcance que el del inocente pasatiempo del que por temperamento y necesidad se acostumbra a reir de todo cuanto le rodea.

En todo caso, no son estos momentos, ante el cadáver insepulto aún, para recordar una persona las frases sarcásticas con que constantemente ha zaherido a sus paisanos.


Descanse en paz y olvidémoslo todo recordando únicamente que tuvo un ingenio fácil, fué un escritor fecundo y fué conquense..., que las madres, por ser madres, pueden olvidar ni aun aquellos de sus hijos que las maltratan. 

                                                                                                          
   


Heraldo de Madrid
6 Septiembre de 1927
Reportaje de V. Sánchez Ocaña
"El gran bigardo de Luis Esteso"

Dice Esteso que lloró en el vientre de su madre quince días antes de nacer. Si es verdad, son esas la únicas lágrimas que ha vertido.
Esteso reacciona de una manera jovial ante los peores accidentes.
A mi -me contaba- por poco me matan siendo chico. Vivía yo con una hermana de mi madre, doña Martina López de Haro, que era muy rica, y una noche entraron ladrones en su casa y la asesinaron y se llevaron todo el dinero ... A mi no me mataron por que dio la casualidad de que aquel día estuve malo con anginas y mi madre me llevó a mi casa a cuidarme. Si me llego a quedar con mi tía, como todas las noches, me "apiolan".
Este crimen le debió causar una impresión terrible, que ha perdurado en su imaginación. Cuatro o cinco de sus monólogos y romances más populares son relatos de crímenes, "El crimen de Cuenca", "El nuevo crimen de Cuenca", "La mujer sin entrañas", ... 


LA NOVELA VIVIDA

Los directores Hernández Catalá y Luis de Oteyza, pagaban 200 ptas. por entrega, y mantenían el anonimato de los autores. Ésta apareció en el Nº 62 del Año II, del día 6-VII-1929

EL CRIMEN DE CUENCA

Vivia en San Clemente, por la época que parcamente he referido, doña Martina López de Haro, que transigía con la rusticidad de un su cuñado, de apellido Esteso y de oficio guarnicionero, que desposó en la iglesia lugareña a la hermana de doña Martina, llamada Maria.

Los malos años para el negocio, dieron pronto en los bolsillos de acreedores con los reducidos caudales de la herencia recibida por la mujer del guarnicionero, y a lo largo de los meses, en muchas ocasiones el auxilio económico de la hermana mayor salvó situaciones difíciles en el hogar fraterno.

Doña Martina amaba a su hermana con toda la ternura de que era capaz su alma melancólica y huraña; acritud de carácter que había engendrado la soledad de una vida estéril imposibilitada por la suerte de formar hogar al calor de un amor varonil. Esto había hecho que alrededor de su soledad, y acerca de su genio iracundo, se forjasen en San Clemente y en los pueblos más cercanos fantasías que aumentaban sus proporciones en el transcurso de los años.

La casa habitada por doña Martina era un viejo palacio señorial, de esos que el orgullo español ha ido sembrando por todo el país, con su frialdad de muros de piedra y con la soberbia, muchas veces disfrazada de humildad, de apartamiento de mundanidades, ostentosa de los escudos nobiliarios en los cuales campea, unas veces, el campo de gules de una serviduria real honestada con lealtad sincera, y en otras ocasiones las barras de una bastardía que tanto suele enorgullecer a sus poseedores.

Era aquel caserón palacio de los López de Haro, nobles de segundo orden, con nobleza obtenida de otros soberanos por pago y gratitud de leales servicios. El palacio de los López de Haro era el más importante edificio de San Clemente, inclusión hecha de la iglesia y de la Casa Ayuntamiento.

Su gran lujo consistía en aquel magnifico balcón central sobre la enorme puerta barroca, donde campeaba la fecha de su construcción, con la cruz de su égida:


Pertenecía, pues, a la segunda mitad del siglo XVII, glorioso para las letras hispanas, pero nefasto para la historia de sus reinos; que la gloria o fracaso de las políticas egregias se juzga por sus efectos.

Gran balcón de hierros forjados con atrevido vuelo. Escudo labrado en la piedra misma a la diestra de la portada. Ventanas con un remate barroco por adorno en la parte superior, y otras con apretada reja en el plano bajo, a modo de celosías, cuyos salientes eran puntas agudas amenazadoras, de claro simbolismo.

La vida hermétíca, recoleta, de los pasados siglos, levantaba en la estepa y en la montaña, a través de la península toda, esos recintos aisladores, huraños, agresivos, que con su silencio hosco explican tan elocuentemente la psicología del pueblo español. Igual que otros muchos, aquel apartado rincón de la familia López de Haro, dispersa ya por los caminos del mundo en el siglo X IX en que nos encontramos, con la sola excepción de doña Martina, héroe femenino de este relato. Y víctima también.

No adelantemos los acontecimientos. 

Continuar leyendo en: 
LA NOVELA VIVIDA: "Crimen de Cuenca"


A lo largo de mi investigación sobre el “Crimen de Cuenca” he mantenido que las coplas de Luis Esteso y López de Haro relataban un crimen ficticio, del cual yo no tenía conocimiento; pero en mi afán por seguir buscando datos que aportasen nuevos elementos que nos ilustren de aquellos terribles sucesos, he llegado al libro “No matarás. Célebres verdugos españoles” de Salvador García Jiménez publicado en el 2010, desde cuyas páginas nos va mostrando las vicisitudes de los verdugos españoles “
en la frontera de los siglos XIX y XX”.

Al volver a releer el citado libro reparé en un error mío al no prestar mayor atención a “La hoja de servicios de Pascual Ten Molina” ya que en la misma figuraba una ejecución de este verdugo de la Audiencia de Valencia en San Clemente (Albacete) (sic)  el 19 de diciembre de 1.895, y no reparar en el error del autor al situar San Clemente en la provincia de Albacete cuando en realidad pertenece a la provincia  de Cuenca.

Dice el autor en la citada obra: … “El 19 del actual (diciembre de 1985) serán ejecutados en San Clemente, Pedro María Saíz Lezcano, de cincuenta y cuatro años de edad, y su mujer, Inocenta Moragón Moreno, de cincuenta y dos, condenados a muerte por el robo y homicidio de doña María López de Haro, vecina que fue de San Clemente.

El crimen se cometió la noche del 26 al 27 de febrero de 1894.

Inocenta Moragón Moreno, criada de Doña María López de Haro, entró en la alcoba de su ama una noche mientras dormía, y con la ayuda de su marido la sujetaron por los brazos y el cuello hasta producirle la muerte por asfixia, apoderándose luego de 1.816 pesetas que aquella tenía guardadas en varios muebles. Aunque Pedro María Saíz Lezcano se embriaga frecuentemente, aquella noche iba sereno, según el Tribunal que lo procesó.

El día 14 saldrán los reos de la cárcel de Cuenca con dirección a San Clemente, adonde llegarán el 15 para ser puestos en capilla el 18.

El ejecutor de la Audiencia de Valencia será el encargado de cumplir el tremendo fallo de los tribunales de Justicia, por hallarse vacante la plaza de verdugo en la Audiencia de Albacete.  …”

El error de localizar San Clemente en la provincia de Albacetepor el autor del libro al realizar el grafismo de la "hoja de servicios de Pascual Ten Molina, y no en la de Cuenca como luego realiza en texto fue lo que me hizo pasar desapercibido este crimen y no investigar más en él.

Luego Luis Esteso y López de Haro, cuando escribió su “Novela vivida” sí que lo hizo en referencia a un asesinato real, y además vivido muy de cerca ya la que la persona asesinada era su tía materna, aunque una vez más utilizase su imaginación para cambiar los nombres de las hermanas, refiriéndose así a su padre y su madre: “de apellido Esteso y de oficio guarnicionero, que desposó en la iglesia lugareña a la hermana de doña Martina, llamada María. …” cuando en realidad el nombre de su tía materna era María López de Haro.

Pero en todo ese relato hay otra coincidencia, aparte de que Luis Esteso comenzase sus famosas coplas con aquel verso de “Padres que tengáis hijos”. En el crimen de Albalate de las Nogueras tras la Sentencia y cuando los reos eran trasladados de nuevo a la cárcel provincial “seguidos de cientos de personas”, aparentando cierta tranquilidad, fumando cigarrillos y dirigiendo amenazas al público. Los acusados decían: “¡Padres que tengáis hijos, rogad a Dios que no los castiguen nunca siendo inocentes! ¡Maldito Albalate!", la ejecución de los reos fue realizada por el mismo verdugo, Pascual Ten Molina, que unos meses antes había realizado el ajusticiamiento de Justo Racionero Viejobueno y Mariano Castro (a) Castrillo en la localidad de Priego (Cuenca)  “… Subió con bastante entereza Justo Racionero. Mariano Castro, que le siguió, iba más decaído. Las ejecuciones se han hecho en veinte minutos. El terrible espectáculo ha sido presenciado por inmensa concurrencia. No se ha turbado el orden. …”




BIBLIOGRAFÍA de Luis Esteso y López de Haro:


Memorias
·         El nieto de don Quijote: Andanzas y correrías por algunos pueblos de España, en colaboración con Cervantes, Antonio de Guevara, el Arcipreste de Hita, Gil Polo, Quevedo, Rojas Villandrando, Enríquez Gómez, José de Acosta, y otros ingenios, en el que se demuestra que el "Falso Quijote" lo escribió Lope de Vega (Madrid, Juan Pueyo, 1918).
Humor
·         Obras de Luis Esteso: El crimen de Cuenca. Cancionero de chistes. Monólogos picarescos. Romances en Chufla. Chascarrillos y epigramas. Nuevo Viaje al Pasmaso. La Musa picaresca y Animales caseros. Todos sus monólogos, diálogos... no publicados en ningún libro hasta hoy. Coleccionados por unos amigos del popular poeta cómico (Madrid, G. Hernández y Galo Sáez, 1927 9ª edición).
·         Los mejores monólogos de Luis Esteso (Madrid, J. Pueyo, 1916).
·         Cincuenta monólogos verdes: rebuznos, lecherías, alegres y excitantes (Madrid, Imprenta Cinema, 1922).
·         Monólogos picarescos de Luis Esteso, con un juicio crítico de Benavente... (Madrid, 1911, 1913 y 1917).
·         Animales caseros: la pulga, el gato... y crítica literaria de los diecinueve tomos de la Biblioteca de Autores célebres por diferentes ingenios (Madrid, R. Velasco, 1919).
·         Conferencias, monólogos, parodias y humorismo (Madrid, Imprenta de J. Pueyo, 1924).
·         Monólogos (Madrid: Sociedad de Autores Españoles, 1917).
·         Conferencias cursilonas (Madrid, Sociedad de Autores Españoles, 1917).
·         Chascarrillos y epigramas (Madrid, s.n., 1913, Juan Pueyo).
·         Chistes míos y de ustedes (Madrid: Imprenta Cinema, 1923).
·         Chistes y cuplés, (segunda edición aumentada con más de cuarenta canciones y cuplés nuevos) (Madrid, Librería y Editorial Rivadeneyra, 1923).
·         Couplets. Para reírse. Teatro fácil: León, Consulta Fácil, La Morcilla (Madrid: Sociedad de Autores Españoles, cerca de 1920).
·         Viaje cómico por España (Madrid, Imprenta de Juan Pueyo, 1913).
·         Conferencias cómicas y El atrevido Aquilino (Madrid, Sociedad de Autores Españoles, (19??).
·         Tonterías y chistes: florilegio de los chistes más celebrados en los teatros Maravillas y Romea, 1.500 cosas (Madrid, Librería Fe, (1926).
·         Cartas amorosas (Madrid, Juan Pueyo, 1913).
·         Para que rían las mujeres y Los caminos del amor (Madrid, Juan Pueyo, 1913).
·         Rebuznos (s.l. s.n. s.a.)
·         Quince romances en chufla (s.l. s.n. s.a.)
·         Cinco mil chistes: nueva recolección de chistes del repertorio que con tanto éxito representa Esteso en todos los teatros de España... (Madrid, Librería Fernando Fe, (192?).
·         Todos los monólogos de Esteso (Madrid, Editorial Páez, 1927).
·         Diálogos de teatro: El nichi; La tía; Pastillas Plun; La bofetada; La niña gitana (Madrid, R. Velasco, 1907 y Madrid, Pueyo, 1913).
·         Seis mil chistes nuevos, originales recopilados y arreglados para recitarlos en los teatros... (Madrid, Liberia Fe (1927).
·         Joselito tiene miedo: sus sueños, su corazón, su ángulo facial (Madrid, Imprenta de J. Pueyo, (19??).
·         Cancionero de chistes, Monólogos picarescos, Romances en chufla y Chascarrillos y epigramas (Madrid, Imprenta de Juan Pueyo, 1921).
·         Cuatro mil chistes: los chistes, chascarrillos y cuentos de este libro fueron recogidos, ordenados y remendados para deleite del pío lector... (Madrid, Librería Fe, 1926).
·         Examen de chistes: entremés en prosa (para un hombre y dos mujeres) (Madrid, (s.n.), 1915, R. Velasco, impresor)
·         Animaladas carcajeantes (Monólogos) (Madrid, R. Velasco, S.A.)
·         Monólogos alegres (s.l. s. n. s.a.)
·         Los caminos del amor (al menos tres ediciones).
·         Para que rían los curas.
·         Chistes y cuplés: los números más aplaudidos del repertorio de Luis Esteso (Madrid, Juan Pueyo, S.A.)
·         Correo de América: comedia en tres actos en prosa, original, estrenada el 3 de enero de 1945 en el Teatro Beatriz por la compañía Pallarés-Lemos (Madrid, Talía, 1945, póstuma).
Poesía
·         Amor y broma. Versos de la última recolección (Madrid, Ricardo Fé, 1898).
·         El palacio de las Musas (Madrid, Librería de Fernando Fe, 1901; 2ª edición en 1911).
·         El cantor de los amores (Villena, 1904).
·         Reír que alegra (1906).
·         La reata humana, alaridos plebeyos en aleves romances de mucha risa, gran picardía y algún dolor, para alivio de tristes (Madrid, J. Pueyo, 1911).
·         Los Caminos del amor, poemas (1913 y 1919).
·         Quince romances en chufla (1911, 1917, 3ª edición).
·         Ecos mariánicos: colección de poesías de Amadeo Barcina Pastor; con un prólogo de Juan Ocaña; un intermedio de K-Melo y un epílogo de Luis Esteso López de Haro (s.l. s.n., 1902, Valdepeñas, Imprenta de Mendoza).
Narrativa
·         Tres novelas alegres: Boda y divorcio. La catalepsia perjudica. La vida de los muertos (Madrid, Luis Santos, S.A.)
·         El asesinato de la cupletista "Ombliguete": novela terrorífica y de varietés (1910).
·         La Bella Pendoncete: novela cómica (Madrid, Juan Pueyo, 1911).
·         La vida cachonda, memorias de una cupletista (1914).
·         La mano del ahorcado: novela inédita (Valencia, La Novela con Regalo, 1916).
·         Pepita y Don Abundio, o El pequeño derecho (Alicante, 191?).
·         El pequeño derecho: Novela amatoria de cupletistas, poetas, músicos (Madrid, Juan Pueyo, 1918).
·         Bacará y treinta y cuarenta: novela (Madrid, Juan Pueyo, 1920).
·         La lujuria: novela (Madrid, Imprenta de J. Pueyo, 1920).
·         La vanagloria: novela (Madrid, Imprenta de J. Pueyo, 1921).
·         La que todo lo dio: novela (Madrid, Juan Pueyo, 1921).
·         La sala del Crimen. La que todo lo dio (Madrid, Rivadeneyra, 1923).
·         La vida de los muertos: novela (s.l. s.n. s.a.)
Teatro
·         Teatro fácil: diez y seis sainetes, entremeses y juguetes cómicos, de dos hombres y dos mujeres, en verso y prosa, representados con buen éxito... (Madrid, Imprenta de J. Pueyo, 1923).
·         Comedias cortas: en prosa y en verso (Madrid, Sociedad de Autores Españoles, 1914 y Barcelona, Biblioteca Teatro Mundial, 1915 (incluye La pena del querer. El Ninchi. El rival de Belmonte. Pastillas Plun. Petición de mano. El asistente portero. La bofetada. Triunfa el amor. La tía y Monomanía torera).
·         Teatro ligero... (Madrid, R. Velasco, 1919).
·         Diálogos y entremeses en prosa y verso... (Madrid: Juan Pueyo, 19??).
·         Entremeses... (Madrid, J. Pueyo, 1913).
·         El señor catalán juguete cómico en prosa (Madrid, R. Velasco, 1915).
·         Una conquista militar entremés en verso (Madrid, R. Velasco, 1917).
·         La mujer del primo juguete cómico, original y en verso (Madrid, R. Velasco, 1915).
·         El pago del burro entremés en prosa (para un hombre y dos mujeres) (Madrid, R. Velasco, 1915).
·         Con José Fonrat y música de José María Carbonell, La loca. Zarzuela en un acto y cuatro cuadros, en verso y prosa. Original (Madrid, R. Velasco, 1908).
·         Al volver de las capeas: entremés original y en verso; León: entremés original y en prosa (Madrid, R. Velasco (impresor), 1915).
·         León, Consulta gratis y La morcilla (Madrid, Sociedad de Autores Españoles, 1916).
·         La morcilla (Madrid, Sociedad de Autores Españoles, 1916).
·         De Jacinto Benavente a Luis Esteso (diferencias dramáticas y literarias) (Madrid, Juan Pueyo, 1915).
·         La madre señora: sainete en un acto y tres cuadros, en prosa y verso (Madrid R. Velasco (impresor), 1917).
·         Los matones: sainete en verso (Madrid: R. Velasco (impresor), 1917).
·         La influencia del tango entremés cómico-lírico en tres cuadros y en verso. Original (Madrid, R. Velasco, 1907).
·         Receta para casarse: farsa cómica en un acto dividido en dos cuadros, en prosa (Madrid: R. Velasco (impresor), 1917).
·         La morcilla entremés en prosa (Para un hombre y tres mujeres) (Madrid, Sociedad de Autores Españoles, 1915).
·         No hay dicha sin amor: sainete en verso (Madrid: R. Velasco (impresor), 1917).
·         La pobre Dolores sainete lírico de costumbres madrileñas, en tres cuadros y en verso... (1907 y Madrid, R. Velasco, 1917).
·         Consulta gratis (Madrid, Sociedad de Autores Españoles, 1916).
·         El señor Ladrón; entremés en prosa, original... (Madrid, Sociedad de autores españoles, (1917).
·         Monomanía torera y La Cateta (Madrid, Sociedad de Autores Españoles, copia de 1916).
·         Los recién casados; entremés en prosa, original... (Madrid, Sociedad de Autores Españoles, 1917).
·         Consulta gratis: juguete cómico en prosa; Lo del chico: apropósito lírico en verso (Madrid: R. Velasco (impresor), 1914).
·         Con José Fonrat, La influencia del tango: entremés cómico-lírico en tres cuadros y en verso (Madrid, R. Velasco (impresor), 1907).
·         Con Ignacio Muñoz, El baño de María: juguete cómico en dos cuadros y en prosa (Madrid, Sociedad de Autores Españoles, 1916).
·         La bofetada (Barcelona, Biblioteca "Teatro mundial", 1915).
·         La pena del querer (Barcelona, Biblioteca "Teatro mundial", 1915).
·         El rival de Belmonte (Barcelona, Biblioteca "Teatro mundial", 1915).
·         Triunfa el amor (Barcelona, Biblioteca "Teatro mundial", 1915).
·         Petición de mano (Barcelona, Biblioteca "Teatro mundial", 1915).
·         El asistente portero (Barcelona, Biblioteca "Teatro mundial", 1915).
·         Los expósitos: drama en un acto (Madrid, Imprenta de M. Albero, 1920).
·         La morcilla. Entremés en prosa... (Madrid, 1915).
·         La tía (Barcelona, Biblioteca "Teatro mundial", 1915).
·         El ninchi (Barcelona, Biblioteca "Teatro mundial", 1915).
·         Monomanía torera (Barcelona, Biblioteca "Teatro mundial", 1915).
·         Pastillas plun (Barcelona, Biblioteca "Teatro mundial", 1915).
·         La riña gitana (Barcelona, Biblioteca "Teatro mundial", 1915).
·         ¡Y pan, sopas! (Madrid, 1898).
·         Las Cartas de Secundino (Madrid, Velasco, 1915).
·         ¡Oigan las mujeres guapas! (Madrid, Velasco, 1918).
·         Con Ignacio Muñoz, El Señor catalán (Madrid, Sociedad de Autores Españoles, 1915).
·         Con Ignacio Muñoz, El Bailarín misterioso, adaptación de Eugène Scribe (Madrid, Velasco, 1915).
·         El pago del burro, Las cartas de Secundino y Examen de chistes... (Madrid, R. Velasco, 1917).
·         Los intereses mal creados; derivación cómica de La ciudad alegre confiada en prosa y verso (Madrid, Sociedad de Autores Españoles, 1916).
·         Los dos Pérez (Madrid, R. Velasco 1916).
·         Con Ignacio Muñoz, El nuevo fenómeno; juguete cómico-taurino original, en prosa (1915 y Madrid, R. Velasco, 1917).
·         Con Ignacio Muñoz, Los Calzones coloraos (Madrid, Velasco, 1914).
·         La muerte de Fernández: entremés en prosa (para tres hombres y dos mujeres) (Madrid, R. Velasco, 1915).
·         La cateta.
·         La mujer del primo: juguete cómico original y en verso (Madrid, s.n., 1915 (R. Velasco, impresor).
Ediciones
·         Diego de Torres y Villarroel, Visiones y visitas de Torres con Don Francisco de Quevedo por Madrid (Madrid, J. Pueyo, 1918).
·         Baltasar Gracián, El héroe (Madrid, Editorial América, 1918).
·         Jerónimo Fernández de Mata, Soledades de Aurelia (Madrid, cerca de 1918).
·         Pancho y Mendrugo: sainete trágico de autor desconocido, joya clásica (Madrid, Velasco, 1915).
Otras obras
·         Nuevo viaje al Parnaso, La musa picaresca (Madrid, Imprenta de Juan Pueyo, 1917).
·         La vida de Belmonte y algo más (Madrid, Juan Pueyo, 1913).


Algunas obras de Luis Esteso:


















NUEVAS EDICIONES












CARTEL ANUNCIADOR




DISCOGRAFÍA EN SU PROPIA VOZ
(Archivo sonoro de la Biblioteca Nacional)

                            * El crimen de Cuenca. Pregón de pueblo
                            * Yo vivo ligero
                            * Sermón burresco
                            * Oración del protector de animales
                            * Los toreros
                            * Sermón mistico
                            * El mercado
                            * Potpourrí
                            * Las provincias de España
                            * Un pillín 
                            * Los recoveros
                            * Chistes malos 
                            * Chistes malos II
                            * La juventud
                            * El trágico
                            * La buenaventura


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1 comentario:

Anónimo dijo...

Un genio creativo. Cómico, satírico, humorista, apodado "Luis el payaso" quiso hacer reír a todos y a todas.

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