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CONSTRUCCIONES EN PIEDRA SECA. Segunda Parte

CONSTRUCCIONES EN PIEDRA SECA.
CORPUS TIPOLÓGICO
2ª Parte

José Antonio RAMÓN BURILLO
Juan RAMIREZ PIQUERAS
Dibujos: María Inmaculada CAMPRUBI ESCAMILLA


Un chozo (o como quiera que sea denominado) es a la vez una casa o cobertizo, redondo, con techo de interés grande cualquiera que sea su forma y de mayor aun cuando está cerrado en forma de cúpula o falsa cúpula, que luego se especifica en razón de su uso. Fundamentalmente la investigación sobre los chozos puede abordarse desde su condición de casa-vivienda, desde su carácter de casa redonda, desde su rasgo peculiar de estar cubierta con cúpula, y desde las formas de su construcción o desde su funcionalidad. Y en razón de la funcionalidad se pueden distinguir toda una serie de formas de chozo con finalidades de no viviendas, como son los pozos de nieve, las "pedras formosas", las saunas nórdicas, los hornos. En todos estos campos se trabaja incesantemente y muy especialmente se trabaja en el estudio de la casa-vivienda, pero hay que hacer algunas puntualizaciones.

Chozo. Villaconejos de Trabaque
Este tipo de Chozos de piedra con falsa cúpula tiene un enorme parentesco con las casas redondas (o poligonales) cubiertas con cúpula vegetal, por lo que también este tipo ha de ser tenido en cuenta, aunque por razones obvias nos detendremos especialmente en los tipos con las características indicadas al principio: redondos y con cobertura de piedra seca en forma de cúpula.

Los trabajos que versan sobre la casa-vivienda y que trataron del tema de la casa redonda cubierta con cúpula o falsa cúpula son los que más adelante citaremos y que en su mayoría datan de comienzos del siglo XX. Sobre este tema apenas si se ha dicho algo, casi ni siquiera en forma de divulgación en los últimos cuarenta años.

En España, en concreto, la situación era muy parecida al resto de Europa. Baste recordar, entre otros, el magnífico trabajo de Leopoldo TORRES BALBÁS, "La vivienda popular en España, en CARRERAS Y CANDI, F. (Ed.), Folklore y costumbres de España, Tomo III, Barcelona 1933, p. 136-502. En este trabajo el maestro participa de las mismas ideas que por entonces se barajaban en todo el resto del continente.

Dentro de estos trabajos se alude a veces al nivel más humilde de habitación popular que es precisamente el tema que nos ocupa y se habla de chozos en sus diversas realizaciones, pero realmente las ideas se toman de la prehistoria, de la arqueología y lo que se aduce de la etnografía es la mera constatación de la existencia de tales viviendas o refugios.

Chozo. Cañaveras
Las construcciones realizadas en piedra seca son un conjunto de tan amplia gama que será preciso desde el comienzo de cualquier intento clasificador, establecer unos parámetros de referencia que hagan posible perfilar diferencias y similitudes sobre las que fundar las comparaciones y con ello las posibles variedades tipológicas.

Al ser obras nada académicas, surgidas de modelos constructivos tradicionales y de la interpretación de cada constructor en función de sus necesidades y de su propia habilidad, las construcciones en piedra seca presentan rasgos comunes de aplicación prácticamente general por un lado, mientras que en los aspectos secundarios y de terminación o remate, es donde las diferencias tipológicas se hacen más patentes.

Por ello convendrá desde el inicio de este intento clasificador, establecer que elementos se consideran como de carácter universal, presentes de algún modo en to-das ellas necesariamente y por lo tanto determinantes a la hora de diferenciar prototipos, y cuales solo representan diferencias de orden secundario.

Si asumimos como ya han definido y aceptado muchos autores que la técnica de la piedra seca obedece a las leyes de la optimización de recursos materiales y personales, utilizando los que el entorno proporciona -la piedra- (localismo), y que el manejo de la misma ha de ser posible por uno o dos constructores como mucho (individual), con carácter general (microlitismo), estaremos sentando las bases prácticas de su utilización y por tanto las premisas que condicionan su modo de empleo.

En los terrenos calcáreos, al ser la piedra a utilizar con frecuencia la resultante de la limpia que el campesino hace en sus campos, nos encontraremos con un material informe (lajas cuanto más) que
Chozo. Cañaveras
hacen posible el arranque de las losas en los que se pretende sean luego campos de cultivo. Estas lajas amontonadas primero al mar-gen de los campos como deshecho, serán luego el material de construcción al que se recurra sin más.

No recibirán actuaciones de retoque ni de escuadrado; nunca se pretenderá que se transformen en bloques de fácil acople y ni siquiera se utilizarán como losas careadas ya que su escaso grosor impide su acople; con lo que la única posibilidad de utilización es la de su colocación apiladas unas sobre otras en muros, que para su mayor estabilidad y solidez, con frecuencia son de los denominados "doble muro" con un espacio interior relleno de cascajo o piedra menuda. En este tipo de muro las losas como mucho, se falcan incrustando a golpe de maza pequeñas piedras entre ellas, que hacen de cuñas. Este procedimiento precisa de un grosor de muro de en torno a los 80 centímetros como mínimo para que su estabilidad sea aceptable.

Como consecuencia de la precaria estabilidad que se quiera o no ha de tener cualquier construcción cuyos materiales no se aglutinen con argamasa alguna, se buscarán diseños donde el conjunto construido adquiera por sí mismo la mayor solidez posible y esto desde la antigüedad se ha conseguido utilizando plantas circulares como base de sustentación de las construcciones, que si bien presenta cierta dificultad para el adosamiento directo de estancias colindantes y por lo tanto para la optimización de los espacios, en cambio consiguen un reparto de las fuerzas de descarga de los muros más equilibrado y repartido que si se desarrollan sobre plantas cuadrangulares o rectangulares.

Chozo. Cañaveras
Unido esto a que a la hora de techar las construcciones la planta circular permite sin más el cerramiento utilizando la cúpula producida por la aproximación de las sucesivas hiladas, tendremos la conjunción perfecta de recursos constructivos para optimizar modelos y esfuerzos. De este modo, volúmenes circulares rematados por cúpula en solitario o adosados unos a otros, serán el diseño básico de todo un amplísimo grupo de construcciones ejecutadas en piedra seca.

En cambio, cuando las plantas son cuadrangulares o rectangulares, el sistema de techumbre más adecuado será, o bien el cerramiento por bóveda o el mayoritario de tejados sostenidos por vigas, bien a una o a dos aguas, sobre las que se colocarán lajas de piedra, enramados, tierra apisonada y en raras ocasiones tejas.

Por estas razones, inicialmente, a la hora de establecer una tipología formal de las construcciones rurales realizadas en piedra seca, se considerarán estos elementos descritos como básicos para establecer grupos diferenciados:


Tipos de plantas:
- circulares o asimiladas
- cuadrangulares y rectangulares
- complejas
Cerramientos:
- cúpula
- bóveda



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